186. Desmelenarse

Pasados unos días desde el encuentro de Guadarrama, me paro un momento a reflexionar sobre qué me he traído de allí, además de la estupenda convivencia y momentos de encuentro con la gente de otras comunidades.

Y rápidamente me viene la imagen de “la mujer que amó demasiado”, como decía Enma, y su pasión por Jesús: la forma de acercarse, de comunicarse con él, el cariño con que hace las cosas, la valentía frente al entorno hostil,… Una mujer que se soltó el pelo, se desmelenó por Jesús. O como el ciego del que se nos hablaba en la eucaristía; otro que se desmelenaba por Jesús gritando y lanzándose hacia adelante estando ciego…

Una imagen dentro del contexto que nos presentaba Enma, donde se nos insistía en la “experiencia de fe” como algo “del cuerpo” no sólo de las ideas. Pasar de una religión de palabras a unas vivencias de Jesús que se sienten y se viven también con nuestro cuerpo… Suena un poco raro (y sacado de contexto puede que hasta peligroso) pero lo cierto es que la idea de “desmelenarse” por Jesús es el reto que me traigo de ese encuentro y que me gustaría compartir hoy con vosotros.

Un abrazo desde Emaús (Delfín)