308. Vacaciones en comunidad

Hola,

Somos el Grupo Senda y queremos compartir con vosotros la experiencia comunitaria de las vacaciones.

Somos un grupo que celebra este año su 20 aniversario juntos y está formado por 10 miembros (de los cuales 8 están casados entre sí), más dos cónyuges anexos… más 15 niños, con edades comprendidas entre el recién nacimiento y los 13 años (está visto que Ogino no es un método efectivo...).

Este dato es fundamental para llegar a la conclusión de que Dios es una evidencia, de hecho… ¡¡existe de veras!!!  Por un lado es un milagro encontrar un alojamiento que se adapte a nuestras posibilidades, sin lujos, en el que se combinen comodidad personal, habitaciones para todos, con espacios amplios para compartir y por otro lado, es también un milagro que tanta gente junta conviva, con alegría, sin problemas durante una semana.

Si algún “headhunter” está leyendo esto aprovecho para anunciar que en este tema hay un filón impresionante: lograr que exista una mínima demanda de alojamientos, rurales, al aire libre para comunidades numerosas, al margen de las típicas casas de convivencia.

Y a pesar de esa baja demanda debo reconocer que todavía no hemos repetido en ningún sitio de España. ¡Pero es tan complicado encontrar algo ..!!! (y sobre todo que tenga lavavajillas).

Nuestra comunidad dedica la primera semana de cada agosto a convivir en vacaciones donde aprovechamos para hacer un poco de turismo, un poco de oración, un mucho de convivencia y un mucho a recordarnos lo bastante que nos queremos entre todos (por las noches unos menos que otros…).

Para ello, nos hemos juntado meses antes a dejar claros unos puntos mínimos para llegar a conseguir una convivencia más que aceptable, siempre dejando espacio para la libertad de cada; si uno no quiere ir a visitar el acueducto de Segovia, el otro no tiene por qué sentirse importunado; ahora eso, si, a las 23:00 cuando la gente menuda está acostada, el que no quiso ir al acueducto y el que sí, se juntan con un mojito, a la luz de la luna en el velador, a comentar las jugadas más importantes del día, como los tertulianos , pero en la naturaleza.

Este año, en concreto, hemos compartido cama, mesa y mantel en un pueblecito de Segovia, a la vera de la Sierra del Guadarrama, Tizneros, a 8 kilómetros de la capital, Segovia.

El lugar era muy tranquilo, con un pequeño jardín y una logística importante: camas para los casi 30 miembros que somos, con baño en las habitaciones y sobre todo, un amplio salón donde juntarnos a comer a la vez.

Las posibilidades de turismo estaban ahí: visitas guidadas por Segovia capital, Las Hoces del Duratón en canoa (adjuntaremos fotos), la Sierra del Guadarrama (Boca del Asno, Ceneam…).

Todas las experiencias fueron satisfactorias y siempre nos quedamos con ganas de más.

Grupo Senda