204. Signos de los tiempos

Perdonad si en esta entrada soy algo menos aséptico que en otras. Si lo deseáis, puede modificarse fácilmente.

Creo que tod@s compartimos la idea de que la Iglesia de Jesús debe ser la iglesia de los pobres, debe estar al lado de los empobrecidos, de los perseguidos, de los marginados. No junto a quienes los empobrecen, los marginan, los arrinconan, los arruinan.

Estamos en tiempos de crisis económica, una profunda crisis provocada por la codicia de los que más tienen, por el afán desmedido de lucro de los ricos. Mucha gente sencilla, empujada al consumo desaforado por esta corriente tan difícilmente eludible, por la publicidad con que nos abruman cada segundo de nuestras vidas, se ha colocado en las manos inmisericordes de bancos y prestamistas. Hoy, en época de vacas flacas, se ve empobrecida, arrinconada por las deudas, desposeída de sus hogares, sin perspectivas de futuro.

En medio de todo esto, resulta un gesto llamativo (o a mí me lo parece) la fotografía de Mons. Rouco al lado de los ricos, de los poderosos, planificando su gran proyecto de Jornada Mundial de la Juventud para el año 2011. Es evidente que no puede organizarse una JMJ2011 espectacular, mediática y exitosa al lado de los pobres. Sin ricos patrocinadores el espectáculo no funciona. Sin duda, es un signo de los tiempos que vivimos y del posicionamiento de una buena parte de la jerarquía que rige los destinos de la institución eclesial.

Este grupo de banqueros y grandes empresarios, a través de la Fundación Madrid Vivo que preside el propio cardenal arzobispo de Madrid, va a apoyar la celebración de las Jornadas para que Madrid "se convierta en la capital mundial de los valores durante el mes de agosto de 2011". ¿De qué valores se tratará? De los del Evangelio me temo que no.

También es un signo de los tiempos que corren en la Iglesia, la nueva condena de una obra teológica que la Comisión para la Doctrina de la Fe de la CEE, que preside el arzobispo de Granada, Javier Martínez, va a realizar próximamente. En este caso, se trata de la del prestigioso teólogo gallego Andrés Torres Queiruga, que nos impartió uno de los Encuentros de formación de Encomún, hace un par de años.

Según dicen varias fuentes (Religion Digital entre otras), el secretario de la Comisión que ya condenó a J. A. Pagola hace unos meses, José Rico Pavés, tiene a punto el informe en el que se justifica la condena de la obra de Torres Queiruga, que en la actualidad, tras ser obligado a dejar el Seminario de Santiago de Compostela, enseña en la Facultad de filosofía de la misma ciudad.

Andrés Torres Queiruga es uno de los presbíteros más respetados de la iglesia gallega y española, un profundo conocedor de la filosofía moderna y de sus relaciones con la teología, un animador de grupos, que va ofreciendo aliento a las comunidades cristianas de muchos lugares, y no sólo en España. En estos días ha recibido apoyo desde ámbitos como el Foro de Curas de Madrid o el blog de Xabier Pikaza.

Julio (Montpellier)