Se celebra desde el pasado día 5 de Octubre el XII Sínodo de obispos de la Iglesia Católica con el lema: “La palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia”, o más sencillamente, el Sínodo de la Palabra.
Los 253 padres sinodales permanecerán trabajando casi a diario, en sesiones de mañana y tarde, hasta el 26 de Octubre, a partir del documento previo de discusión que puede consultarse aquí: Lineamenta.
En este Sínodo intervienen como invitados diversos representantes de otras iglesias cristianas, de hecho, por su temática la asamblea ha adquirido una gran relevancia ecuménica. Además del Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, estarán representados los patriarcados de Moscú, de Serbia y de Rumania, la Iglesia Ortodoxa de Grecia y la Iglesia Apostólica Armenia, así como la Comunión Anglicana, la Federación Luterana Mundial, la Iglesia de los Discípulos de Cristo y el Consejo Mundial de Iglesias. Otros dos invitados especiales son el reverendo Millar Milloy, secretario general de las “United Bible Societies” y el hermano Alois, prior de la Comunidad de Taizé. También participa, por primera vez, un representante judío, el rabino jefe de Haifa, Shear Yesuv Cohen.
Unas de las ventajas de estos tiempos es que las intervenciones pueden seguirse diariamente y con detalle a través de Internet, por ejemplo a través de la agencia Zenit o en Ecclesia Digital.
Pueden encontrarse fácilmente entre esa documentación los resúmenes de las intervenciones de los representantes españoles (aunque algunos lo hacen en calidad de obispos de diócesis americanas o africanas).
He intentado extractar brevemente las ideas fundamentales de cada una de ellas (al menos las que se han producido hasta la fecha):
- El primero en intervenir fue mons. Blázquez, planteando que la homilía debe ser un eco de la predicación de Jesús en la Sinagoga de Nazaret.
- El card. Cañizares ha insistido en la importancia de la catequesis, sin la cual los cristianos no podrán confrontarse con éxito con las corrientes espirituales y culturales de nuestro tiempo.
- Mons. Echevarría, por el Opus Dei, insiste en la necesidad de recomendar la lectura de los textos de la Biblia, por ejemplo en la Confesión.
- El card. Rouco ha arremetido una vez más contra el laicismo, relacionándolo con el comunismo y el nazismo, y también contra el "relativismo ético" como signo de la cultura Postmoderna.
- J. Carrión, presidente de Comunión y Liberación, ha resaltado la importancia del magisterio de la Iglesia en la interpretación de la Biblia.
- Miguel A. Sebastián, comboniano obispo en Chad, ha destacado el valor de la Palabra de Dios como palabra de Paz, y cómo en este país las enormes dificultades para la difusión de la Palabra, derivadas de la pobreza, se salvan de la mano de los hermanos protestantes.
- Jesús Rodríguez, franciscano obispo en Bolivia, resalta importancia del papel de los catequistas y animadores de grupos de fe en la difusión de la Palabra.
- Félix L. Martinez, obispo en Puerto Rico, insiste en el papel de la Iglesia como vigilante de la Palabra escrita, interpretable auténticamente sólo por el Magisterio.
- F. Carballo, Ministro General de los Franciscanos, ha hablado de la importancia que en la vida consagrada tienen la escucha atenta de la Palabra y el ponerla en práctica.
- Josep M. Abella, como Superior General de los Claretianos, ha hablado de la relación entre Palabra y comunidad.
- Hoy mismo ha intervenido Adolfo Nicolás, General de los Jesuitas. Destaca el papel terapéurico de la Palabra de Dios en la vida de la comunidad cristiana, y la necesidad de formación de los pastores para que puedan acompañar a los fieles en la lectura y ayudarles a discernir la acción del Espíritu.
En fin, falta saber qué conclusiones sacarán los padres sinodales de todo esto y de lo que se discuta a lo largo de los próximos días. Y luego habrá que ver si el Papa decidirá tenerlas en cuenta, dado que tiene potestad para ignorarlas...
Julio (Montpellier)
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